El Hip Hop se reivindica como movimiento de gueto, su baile (break dance), su canto (RAP), su música (hecha por DJ y por MC) y su grafiti, expresan la calle, así como la aspiración de hacer posibles otros mundos donde quepan muchos mundos posibles. Sin embargo, los Hoppers se enfrentan a la maquinaria biopolítica que hace de las resistencias, eslogan comercial. Así, su aspiración por hacerse oír, se desvirtúa en comerciales, películas y marcas de ropa. Esta tensión entre el gueto y la moda, desnuda otra de mayor profundidad en el mundo contemporáneo: el gobierno de la vida a partir de la gestión combinada de miedos y placeres. Mientras el siglo XX se caracteriza por la reivindicación del placer y del ocio (al punto que el derecho al placer se ha extendido como una conquista y las industrias dedicadas a su producción y consumo se ubican entre las mayores del mundo), el gobierno del planeta se centra en la producción, distribución y administración del miedo: la demanda de seguridad, se iguala (si no es que traspasa) a la de la satisfacción de los placeres. Buscamos el placer en un contexto plagado de miedos, biopolítica que gestiona corporalidades a la vez hedonistas y paranoicas. La ponencia presentará los resultados obtenidos a través de dos procesos de investigación: la identificación de ideales del placer en la educación bogotana durante el siglo XX y el análisis de las relaciones de poder-resistencia que despliegan Hoppers de esta ciudad.