Vivimos en una sociedad atravesada por los discursos y las imágenes exhalados por los medios de comunicación; esto genera imágenes corporales que operan como modelos, considerados ideales, que condicionan a los sujetos que buscan apropiarse de ese cuerpo. Planteamos entonces la idea de un cuerpo cosificado atravesado por la dinámica del mercado ("Cuerpo endeudado"), cuya lógica es la deuda perpetua, en donde su finalidad consiste en que los sujetos, convertidos en consumidores, no alcancen esos cuerpos ideales, permitiendo un abastecimiento eterno del mercado, a partir del consumo de bienes y servicios. A partir del análisis realizado, nuestra propuesta busca involucrar este concepto con la educación física, haciendo hincapié en el condicionamiento que sufren todas aquellas prácticas corporales relacionadas a la misma. Para ello, se realizaron entrevistas y cotejo de rutinas en varios gimnasios, donde se logró obtener una conclusión; las prácticas corporales se ofrecen en forma de productos y servicios disponibles para que cada uno pueda alcanzar aquellos cuerpos ideales.