Las propuestas Praxiológicas, evidencian y otorgan sólidos e importantes principios a la vida en la naturaleza y a las prácticas al aire libre. Quizás desde una mirada cotidiana y ante la ausencia de acciones reales, estas premisas no se logran en su totalidad, quedando en simples deseos. Considero y percibo que entendemos difusamente los enunciados Praxiologicos desaprovechando tiempo y situaciones. Es en esta simple opinión, apreciar y replantear, este componente comunicacional, el medio natural-cultural. Las acciones motrices observadas en múltiples jornadas de Vida en la Naturaleza, desarrolladas en la Pcia. de Bs. As., en Campamentos, Colonias, Club de Niños, entre otras demuestran la utilización del medio, como un espacio, simplemente ¨usufructuante¨. No se lo contempla como un elemento vital de la comunicación motriz. Un medio que comunica, que nos comunica, y que si no es parte de este proceso, las acciones en él, pierden sentido. Es en esta fluida comunicación indispensable, buscar un camino solidario (sociomotricidad) en la Educación o simplemente continuar o seguir el aparcelamiento individualista. Debe ser en este rico dialogo entre TODOS los seres vivos, en sus respectivos, hábitat, pero en la gran CASA, una fabulosa oportunidad de mensajearnos y entender las diferentes codificaciones, que apuntan a evitar la GRAN CONTRA COMUNICACION, en la cual expresará nuestro Planeta, la gran rebelión final.
Entonces, reitero, no a la cuantificación ambientalista, que se limita a relevar, numerar, etc a ciertos componentes bióticos y abióticos y si a la comunicación viva, activa y respetuosa, con el medio. Un no grandote a los espacios POSIBILITADORES (vida en la naturaleza turística-mercantilista o recreacionista) y si una defensa absoluta a los espacios generados y por siglos cuidados de la mano de los INTEGRANTES DE LA PACHAMAMA, ejemplos grandiosos de conductas motrices armoniosamente desarrolladas y comunicadas con el medio. Ya se vivieron en NUESTROS ESPACIOS, como ejemplo la Pcia de Bs. As, estas prácticas corporales ancestrales, armoniosas con el medio ambiente. Debemos y tenemos la oportunidad de recuperarlas. En las actividades de Vida en la Naturaleza, en sus diferentes ámbitos y en los distintos niveles formales y no formales, es una deuda pendiente. Nos debemos incorporar a la CASA, como integrantes, entre tantos otros, que deben sentirla y cuidarla… quizás al apropiarnos nuevamente de este dialogo, tan lamentablemente perdido, ayudemos a recuperarla. Arribar, en forma concreta, al propósito enunciado para los C:E:F: ¨Promover prácticas participativas de relación con el medio natural que posibiliten la construcción de saberes específicos y la sensibilización ante las problemáticas ambientales¨.