La noción de providencia se refiere a la relación entre la divinidad y el universo. Es una idea que se remonta por lo menos a los estoicos, quienes consideraban que el mundo se administraba y dirigía por medio de la mente y la razón de la divinidad para hacerlo lo más apto posible para la vida de los seres humanos, y que además ella aportaba consejo y provisión a los hombres. Esto implica partir de una concepción esencialmente activa de la divinidad, como gobernante, reguladora y arquitecta del mundo. Las concepciones europeas de la providencia son el resultado de un cruce entre esta idea de origen griego y la tradición bíblica que postula la noción de un Dios omnipotente que creó el mundo a partir de la nada y lo gobierna.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)