Ciertos procesos de creación e innovación lingüística que observamos en las variedades de español americano en contacto con el quechua no obedecen exclusivamente a fenómenos de calco sintáctico o desajustes en el sistema, sino que actualmente ―desde un punto de vista funcional y contextual― ejemplifican el dinamismo de las lenguas y el despliegue de recursos creativos que los hablantes emplean para garantizar la eficacia comunicativa de sus mensajes, aun cuando las innovaciones resultantes se alejen de la llamada “lengua estándar”.
En ese sentido, el caso particular de las variedades de español más extendidas en el Perú (costeña y andina) nos ofrece valiosos ejemplos de distribución y especificidad contextuales, en cuanto a la ocurrencia de variación intrahablante de dos adverbios de negación (tampoco no), en alternancia con la forma considerada canónica (tampoco). Estimamos ―a la luz del análisis de la frecuencia de uso y el aporte significativo al mensaje que se infiere del discurso― que la ocurrencia se debe a la especialización comunicativa de dichas formas.
Como consecuencia, el abordaje de esta temática a la luz de su funcionalidad contextual nos permite cuestionar en gran medida la noción de error con el que se tiende a nombrar a este tipo de empleos no estándar.