A partir de la lectura del libro "El genocidio como práctica social" de D. Feierstein, me interesó indagar el modo en que el autor da cuenta de los problemas filosóficos implicados en su propuesta, cuestión que aborda explícitamente. Al respecto me llamó la atención el modo en que se posiciona en el debate sobre la representación del pasado cuando incluye a Hayden White como parte de la estrategia para evitar las implicaciones del debate acera de la representación histórica del Holocausto, permitiéndole también una salida "legitimadora" para tratar al genocidio como práctica social. Escribo entre comillas legitimadora, pues aunque la cita de White no es el eje de su fundamento con relación al debate sobre el pasado, creo no obstante, es muy significativa dicha referencia. Apreciamos que Feierstein retoma la idea de la pluralidad de relatos –presente en los planteos narrativistas de la perspectiva de Hayden White- a fin de enfrentar la representación del pasado desde una opción opuesta principalmente a aquellas que postularon el silencio. Así, la pluralidad de relatos constituye un modo propicio para avanzar sobre una relación con el pasado sin pretender clausurar desde un reduccionismo “explicativo” la complejidad de los genocidios a vínculos causales directos. En este sentido el autor apunta a ciertas discurisvidades y efectos simbólicos como las generadoras de la idea de una objetividad sobre el fenómeno del genocidio que suele dejar separados por un lado, la reconstrucción individual de los hechos (testigo, testimonio), y por otro lado la reconstrucción macro o estructural de los mismos. De algún modo la propuesta de Feierstein con relación a los aspectos filosóficos del abordaje del genocidio se estructura con la pretensión de escapar a la interpretación del acontecimiento límite, sobre todo, en términos la sacralización ante el horror.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)