A fines de marzo de 1672, a la edad de 27 años, Leibniz arriba a París. Desatendiendo en gran parte sus obligaciones diplomáticas, ocupa los casi cinco años que dura su estancia principalmente en problemas matemáticos y cuestiones de mecánica. Sin embargo, su interés por las cuestiones metafísicas no desaparece del todo. Los estudios actuales no muestran un gran interés respecto por los escritos de metafísica de este período. Tanto las clásicas interpretaciones de Kabitz o Gueroult, como las modernas de Duchesneau o Mercer, coinciden en que entre 1672 y 1676 se reiteran las tesis desarrolladas en su primera juventud. Los intérpretes actuales se centran o bien en su sistema de juventud o bien en sus estudios posteriores a Acerca del concurso de los cuerpos (1678). Mayor interés muestra la reciente lectura de Daniel Garber, aunque tampoco arriba a conclusiones muy distintas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)