En El crepúsculo de los ídolos, Nietzsche narra la historia del pensamiento occidental que se constituyó en torno a la idea del “mundo verdadero”1 y muestra cómo el desmoronamiento de esta idea, que arrastra consigo los dualismos que supone la tradición filosófica2, conduce finalmente a la incertidumbre que la postulación de ‘la verdad’ y ‘el ser’ silenciaban. En este trabajo me propongo reconstruir la crítica nietzscheana a la metafísica de occidente, entendida como una enfermedad, para luego proponer un diagnóstico a partir del criterio de salud/enfermedad de Canguilhem .
Con este fin, primero analizaré la actitud frente a la vida que Nietzsche adjudica a los filósofos, actitud según la cual se enaltece lo inmutable en detrimento de lo cambiante.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)