Glauber Rocha, cineasta brasilero de las décadas de los sesenta y los setenta, uno de los creadores del Cinema novo, vanguardia del cine latinoamericano, reaccionó en algún momento contra el maestro Jean-Luc Godard: diciendo que con su film Vent d’est, de 1969, con el que inicia su militancia maoísta junto al grupo Dziga Vertov, ha realizado un giro nihilista. Según explica Rocha, la situación de producción cinematográfica de Godard le juega en contra: es financiado por fondos capitalistas, no sufre ningún tipo de censura y termina teniendo muy poco efecto revolucionario sobre el público. Su discurso se queda, así, en un nihilismo crítico.
El nihilismo crítico es un concepto que no era negativo para el mismo Glauber Rocha en los primeros films de Godard: se trataba de una nihilización de lo establecido, las formas clásicas del cine y del pensamiento, -pero al nihilismo que se queda en un criticismo Glauber opone su anarco-constructivismo. Más precisamente, dice que la situación para el cine en el primer mundo ha devenido contra revolucionaria. Opone a esto su situación de tercermundista y señala que la dirección del cine revolucionario está en el tercer mundo. Así, su último film, después de años de “exilio” vuelve sobre Brasil. La edad de la tierra tiene el espíritu constructivo: apuntando al pueblo a la vez que criticando lo establecido y la historia política.
Nuestra intención no es analizar lo atinado de la observación de Rocha: habría que comprometerse con la situación real del grupo Dziga Vertov, habría que analizar con precisión la inserción de Rocha en su tierra; en cambio, es desde los Estudios sobre cine, de Gilles Deleuze, que retomamos esta cuestión como la cuestión del nihilismo en el cine político. Lo que tenemos que analizar es esta crítica a Godard dentro del estudio de Deleuze, y esto por varias razones: en primer lugar, en su taxonomía Deleuze encuentra en el cine de Godard la raíz conceptual del cine moderno, su obra aparece a lo largo de todo el tomo dedicado al cine moderno, la Imagen-Tiempo; a esto se suma que el mismo Glauber Rocha criticaba a aquellos que han hecho con la obra de Godard una definición del modernismo en el cine. En segundo lugar, es fundamental el lugar que otorga Deleuze a Rocha en el cine político, por lo que su crítica a Godard como nihilista y su propuesta anarco-constructivista tienen relevancia para los mismos Estudios sobre cine de Deleuze.
En tercer lugar, y lo más importante, una superación del nihilismo es el motivo de toda la filosofía de Deleuze, por lo que el valor de sus estudios sobre cine depende de alcanzar una visión que no quede estancada en el nihilismo crítico en el que caería, en algún momento, Godard. Esta superación la veremos en el análisis que hace Deleuze de la obra de los Straub-Huillet, con lo que suma al pensamiento político un concepto nuevo que abre puertas quizás ajenas tanto a Rocha como a Godard.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)