Desde Totem y Tabú de Freud en adelante ha habido varios intentos de articular historia y psicoanálisis. El auge memorial, y particularmente la problemática de la memoria traumatizada, han abierto un nuevo ámbito en el que poder relacionarlos. Los autores que más se han abocado en esta tarea han sido Shoshana Felman, Dory Laub, Cathy Caruth y Dominique LaCapra. La filosofía de la historia no ha sido ajena a esta asociación, como se puede observar en el tratamiento de Frank Ankersmit sobre el testimonio, o los planteos de Paul Ricoeur, La memoria, la historia y el olvido. Allí el filósofo francés recurre a la obra freudiana de dos maneras diferentes. La primera, de carácter, podríamos decir, formal, es implícita; la segunda, conceptual, explícita. La primera recurre a la mitología como vía para llevar a cabo una genealogía acerca de los orígenes metahistóricos de la historia. Como lo expresa el propio autor: “el comienzo es histórico, el origen mítico.” Pese a no haber una remisión explícita, sus dos preludios: el del Fedro para discutir si la historia es remedio o veneno, y la Segunda intempestiva para defender la importancia de lo no histórico y lo suprahistórico como antídoto de lo histórico, nos remiten no sólo a las genealogías nietzscheanas, sino a obras como Tótem y Tabú o Moisés y el monoteísmo.
Ricoeur también retoma las consideraciones freudianas en torno al duelo y la melancolía para aplicarlas a la memoria colectiva. Esta extensión llevaría a que el historiador cumpliera, a nivel colectivo, un papel análogo al del analista a nivel individual.
En la siguiente presentación quisiéramos abocarnos a analizar este último modo de recurrir al pensamiento de Freud. Nuestra hipótesis es que la articulación con la obra freudiana resulta demasiado esquemática y adolece de importantes limitaciones tanto en su justificación cuanto en su aplicación. Comenzaremos presentando brevemente el modo en que el filósofo francés recoge la obra de Freud. Seguidamente analizaremos el modo en que los planteos son reelaborados en el marco de su proceso de su estrategia de desubjetivización de la memoria. Por último, indicaremos los problemas de esta reelaboración.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)