Los poetas trágicos utilizaron en los discursos que pronuncian los personajes de sus obras muchas de las estrategias estilístico-retórico-persuasivas usadas por los sofistas y/o reconocidas por Aristóteles. Eurípides fue el que mayor interés manifestó por estas cuestiones, el que más hábilmente plasmó en sus obras la conexión existente entre la retórica de la vida ateniense -ejercitada en la asamblea, los tribunales y en otras circunstancias de interés político- y la retórica de los discursos de las tragedias, y el que canalizó las ideas y el arte retórico de los sofistas de su tiempo -indicios de la oscilante inseguridad de sus principios morales- en un tratamiento mítico particular que manifiesta el mundo escindido y contradictorio de su poesía.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)