Como ocurre con la enseñanza de toda disciplina que se desarrolla en una institución educativa, la enseñanza de la Filosofía en la universidad es el resultado del entrecruzamiento de múltiples dimensiones.En efecto, qué se considere una buena y completa enseñanza de la filosofía es, en este sentido, un constructo complejo y mudable, que de alguna manera condensa expectativas sociales, definiciones disciplinares, cuestiones de rango epistemológico, de trayectorias académicas, etc. A su vez, la interrelación entre todas y cada una de estas dimensiones no puede pensarse linealmente ni puede aventurarse que haya tomado la misma forma a través del tiempo.
De aquí la pertinencia y la necesidad de avanzar en un análisis histórico de los modos que ha tomado en nuestra institución esta enseñanzay cómo se han articulado las diversas dimensiones en ella involucradas para, diremos parafraseando a Foucault, poder pensarla y pensarnos a nosotros en ella, de otra manera.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)