La realización de la democracia, en tanto sistema de gobierno donde cada uno sea respetado en su singularidad y su voz sea escuchada, requiere desarrollar un trasfondo valorativo igualitario donde el ciudadano sea agente de justicia más que sólo receptor de la justicia. Para alcanzar esa meta es necesario ir más allá de la justicia restringida a las instituciones, hacia los espacios donde se asegura la estructura motivacional de los ciudadanos que les permite participar como agentes en la vida de la sociedad.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)