Según Benjamin, es Proust el poeta que pone a prueba la teoría bergsoniana de la experiencia, planteada en Materia y memoria. Es decir que En busca del tiempo perdido, no sólo intenta producir la experiencia tal como la entiende Bergson, sino que a la vez establece una crítica inmanente, la cual comienza a ser observada en las diferencias terminológicas: lo que en la teoría de Bergson es llamado “memoria pura” en Proust se convierte en “memoria involuntaria”. El elemento fundamental que introduce Proust es la importancia del azar, mientras que para Bergson el hecho de encarar “la actualización intuitiva del flujo vital” pareciera ser asunto de libre elección. Siguiendo a Benjamin: “Para Proust depende del azar la circunstancia de que el individuo conquiste una imagen de sí mismo o se adueñe de su propia experiencia.”
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)