Aristóteles cierra su exposición del libro Lambda con la cuestión acerca de cómo se constituye el Bien en el Universo, mediante una tesis que conjuga inmanencia y trascendencia: el orden se encuentra en el universo mismo pero tiene a la vez por causa algo que es separado y existente por si, un Principio Superior, el cual logra que “todas las cosas estén ordenadas conjuntamente a un fin único”. Para explicar esto, Aristóteles establece una curiosa analogía entre el universo y la sociedad doméstica, en la cual los seres suprasensibles se corresponderían con los libres, mientras que los seres corruptibles sublunares lo harían con los animales y los esclavos. Por otro lado, posicionada con anterioridad, encontramos otra analogía que sirve como marco referencial inmediato a aquella pregunta inicial, donde el orden universal es como el de un ejército, cuya buena disposición se mantiene por sobre todo en virtud de la presencia de su general, aquel que, estando separado, transmite orden.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)