Las propuesta aquí presentada parte del entendimiento del territorio como síntesis entre lo físico, lo biológico y lo cultural. El paisaje es una manifestación de la diversidad del espacio geográfico, es un elemento de identidad territorial y el resultado de la relación sensible del individuo con su entorno percibido. En definitiva, se trata de una concepción, que rompe con la vieja dicotomía entre naturaleza y cultura al concebir la primera como parte integrante de la segunda, como naturaleza producida por la acción y/u omisión del hombre a lo largo de la historia.
La línea de investigación seguida en el presente trabajo pretende concertar dos formas de aproximación al paisaje complementarias, una como producto histórico de la cultura y de la acción humana sobre la naturaleza dentro de una visión patrimonial del hecho paisajístico, y otra como producto de la naturaleza dinámica del territorio, estudiando los procesos que hacen del paisaje un sistema funcional en permanente movimiento, en el que circulan flujos de materiales, de energía, de organismos vivos – incluyendo a los seres humanos- y de información, dentro del concepto ecosistémico seguido por la Ecología del Paisaje. Esta vía de análisis permite fundamentar científicamente la acción pública y privada de gestión del paisaje, más allá, de la mera protección institucional, entendiéndolo como recurso o como elemento valorizable desde las propuestas de las estrategias de desarrollo territorial. Las estrategias superan, por tanto, la consideración del espacio territorial como mero apoyo geográfico de objetos industriales entendiéndolo en cambio como huella de la civilización en el territorio desde la perspectiva del tiempo histórico y como sistema funcional en permanente movimiento, en el que circulan flujos resultantes de procesos naturales o antrópicos desde la perspectiva sistémica y funcional de la Ecología del Paisaje.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)