Rastreando el devenir de la disciplina, puede visualizarse, junto a la intencionalidad de implementar unas prácticas, la voluntad y la necesidad de recortar un objeto de conocimiento. Este doble proceso no estuvo al margen de las preocupaciones políticas, científicas, culturales y morales que lo enmarcaron. El cuerpo ha sido, en un principio, el objeto justificador, desde las miradas científicas y políticas, asumiendo la doble dimensión de objeto de conocimiento y efecto de poder. A lo largo del siglo XX ha habido cambios en las prácticas, variaciones en los discursos y al final el cuerpo retorna montado sobre nuevas palabras, pero con efectos inciertos.
A la vez, para visualizar los sujetos que participan en las propuestas prácticas de la EF es necesario considerar el conocimiento producido en esas prácticas, como modo de considerar al sujeto mismo y su protagonismo ciudadano.Para el campo no es asunto menor, implica una consideración transformadora dela EF. La actividad epistemológica requiere considerar las dos dimensiones que se desprenden del triángulo "sujeto, conocimiento, poder": la preocupación por el objeto de la disciplina y sus "dos sujetos": el colectivo profesional y académico y los alumnos, en tanto protagonistas de la democracia y la justicia.