Sin duda gran parte de la labor profesional de todo Periodista y/o Comunicador Social consiste en trabajar con la palabra escrita; si de hecho revisamos cualquier actividad tanto como periodista, planificador o docente, inmediatamente advertimos la importancia que tiene el texto escrito en las distintas formas de intervención profesional.
Sin embargo, existen una serie de prejuicios e inhibiciones importantes a la hora de producir o interpretar textos que efectivamente provienen de representaciones muy fuertes que se han ido consolidando a lo largo de distintas instituciones sociales -el sistema educativo, los mismos docentes de todos los niveles, los medios de comunicación social, entre otros- y que han ido configurando un sentido único a este tipo de prácticas socioculturales.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)