Este trabajo examina la discriminación salarial por género, etnia y su interacción en Bolivia para el período 1994-1999. Se investiga el rol que desempeña la discriminación en los niveles de ingreso y sobre la desigualdad salarial. El estudio estima ecuaciones de ingresos tipo Mincer corregidas por sesgo de selección, desagregando en dos grupos de edad. Posteriormente, se utiliza la descomposición de Fields, metodología que cuantifica la contribución de las diferentes variables incluidas en la ecuación de ingresos en la explicación de la desigualdad salarial. Así es posible observar el impacto de la discriminación sobre los niveles de desigualdad. Los principales resultados de la investigación muestran la existencia de discriminación salarial por género, etnia y su interacción, categorías que presentan distinta evolución en el tiempo y en función al grupo de edad que se examina. En efecto, entre 1994 y 1999 para las personas mayores de 10 años, el diferencial salarial por género disminuye, mientras que en los individuos comprendidos entre 25-65 años, las diferencias se mantienen o incrementan. Llama la atención, que el efecto adicional de ser mujer de origen étnico es positivo en 1994, situación que se revierte en 1999. Otro importante resultado surge cuando se realiza la distinción de la desigualdad por género y etnia, la cual aumenta en forma heterogénea y muestra alta dispersión intra-grupos, señalando que ser mujer y de origen étnico es la condición más desfavorable al momento de percibir ingresos en el mercado laboral, condición que explica en gran parte, la elevación de los niveles de desigualdad en dichos años (razón de quintiles y coeficiente de Gini). Posteriormente, se halla que la educación es la variable más importante en explicar la desigualdad salarial, seguida por la variable género. Asimismo, se evidencia que la discriminación salarial por género y etnia no sólo afectan los niveles de ingreso sino también contribuyen de manera importante a explicar la desigualdad salarial. Esta evidencia sugiere que serán fundamentales no sólo políticas educacionales sino también de género, a fin de disminuir los elevados niveles de desigualdad de ingresos y de discriminación salarial existentes en el mercado laboral boliviano.