Luego de la caída del bloque comunista en los noventa, se produjo una reactivación de los organismos multilaterales de crédito (OMC), Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, que pasaron a ocupar un nuevo rol en la escena internacional. Muchos países en África iniciaban un camino de transición de regímenes políticos de dictaduras a endebles democracias y de economías dirigidas a otras hasta el momento desconocidas. Es así que los organismos se proponen conducir la transición hacia economías netamente capitalistas, aplicando lo que se ha denominado “terapias de shock”.
Esta acción estuvo acompañada por las Ayudas Oficiales al Desarrollo (OAD) de países desarrollados, y de las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD), que implicaron la implementación de proyectos encaminados a fortalecer la sociedad civil, profesionalizar las burocracias, activar la iniciativa privada, promover la movilización social, y subsidiar o prestar los servicios públicos básicos.
En la ponencia se hará una reflexión acerca del trabajo, en los últimos quince años, de las ONGD europeas en los diferentes países del África Subsahariana que son catalogados como “Estados Fallidos”, y su capacidad de producir un cambio en la situación en la que viven los habitantes de estos países y en el desarrollo de los Estados.