La descentralización fiscal es una de las políticas públicas que generan más adhesiones. Se presenta un modelo estático simple con el que se analizan dos de los efectos que resultarían de la descentralización (redistribución territorial y eficiencia). Se analiza la descentralización de servicios de las Provincias a sus Municipalidades para el gasto en educación general básica. Se cuantifican ganadores y perdedores y se comparan tres políticas: (i) la actual, con provisión y financiamiento centralizado; (ii) descentralización del gasto y del impuesto y que cada municipio gaste lo que recaude en su jurisdicción, aplicando la alícuota provincial; (iii) descentralización pero ahora manteniendo el gasto que realizaba la provincia, ajustando la alícuota para equilibrar el presupuesto. Los resultados, desde el punto de vista igualdad - bienestar, favorecen la provisión centralizada; desde el punto de vista de la eficiencia no se detectan diferencias intermunicipales significativas en el corto plazo. Se concluye que cualquier propuesta de descentralización como la analizada debe estar acompañada de un mecanismo de compensación de las disparidades fiscales intermunicipales y de una transición que contemple las diferencias temporales entre las ganancias y pérdidas financieras del cambio de política y la realización de las ganancias potenciales de eficiencia.