La sanción de un nuevo régimen de coordinación fiscal entre la Nación y las Provincias, (y eventualmente también entre las jurisdicciones municipales) está prevista en la nueva Constitución Nacional, siendo éste uno de los temas que urge afrontar en el ámbito legislativo.
No puede desconocerse que en esta temática haya cierta subjetividad, debido a la naturalidad de quienes la tratan. Para minimizar este sesgo, este trabajo no pretende presentar prorrateadores concretos, listos para ser aplicados. Por el contrario, se consideró más conveniente proponer un documento, que contribuya a pensar la cuestión fiscal federal, desde un enfoque metodológico algo heterodoxo.
En esta dirección, tras presentar en la Introducción una muy breve consideración sobre los antecedentes de la coparticipación federal, se resalta como objetivo de la misma, contribuir a resolver los desequilibrios regionales, enfatizándose que la resolución de esta cuestión implica un conflicto, o en el mejor de los casos una tensión, entre dos factores: uno de tipo técnico-económico o administrativo, que por su metodología racional de tratamiento, se lo denomina la “razonabilidad”, y el otro factor, de tipo político, que por sus necesaria conclusión en una base de consenso, se lo denomina de “legitimidad”.
Para analizar cada uno de estos factores, se realizan en el primera sección, reflexiones teóricas respecto del objetivo de la coparticipación, y se plantean las ideas fuerzas que movilizaron a los actores sociales, para discutir las políticas regionales de la cual forma parte la coparticipación. Finalmente, se hacen algunas referencias a los condicionantes políticos, los que relacionados con esas ideas fuerzas, marcan el comportamiento actitudinal de la dirigencia política.
Luego, en segunda sección, se presenta un modelo de economía regional, capaz de mostrar los desequilibrios regionales. Se entiende que una provincia es asimilable a una región. Sobre la base de este modelo, se intenta en el cuarto apartado, identificar las variables relevantes en un modelo de coparticipación.
Se concluye sugiriendo que la coordinación federal fiscal requiere de un tratamiento simultáneo, tanto del lado de la captación de los recursos, como del lado de su distribución para la atención de las erogaciones públicas. Se identifican las principales variables que deben ser consideradas en un sistema, que pretenda corregir desequilibrios regionales, indicándose algunas de las formas de medirlas.