Las lesiones agudas de rodillas son muy conocidas en el entorno del deporte:
roturas de meniscos, de ligamentos cruzados, esguinces, pero lo más común es que aparezcan patologías por sobrecarga que comienzan con un dolor de baja intensidad que con el tiempo pueden llegar a provocar importantes problemas.
La rodilla es la mayor articulación del cuerpo, está rodeada por grandes músculos que aunque proporcionan movilidad y fuerza, provocan estrés que se agudiza cuando hay desequilibrios de fuerza o flexibilidad; sin contar posibles alteraciones anatómicas.
Aunque cada una de las patologías participa de varios mecanismos patogénicos, para plantear protocolos basados en la biomecánica correcta, podemos clasificar las patologías según su mecanismo etiopatogénico y patomecánico y, diseñar ejercicios de Pilates buscando el mejor resultado.
Así, los 3 grupos de entidades que comprenden el 95% de la patología médica de rodilla son: Síndromes de estrés articular, Síndromes comprensivos, Síndromes de tensión intersercional.
Mediante el método Pilates, la abordaremos buscando la disminución de la inflamación y el dolor; movilización pasiva y activa para impedir rigideces y lograr mayor amplitud de movimiento; propiocepción; reentrenamiento de fuerza muscular y alineamiento; rehabilitación de gestos funcionales y coordinados, etc, contribuyendo a la recuperación y prevención de lesiones.