El ser humano tiene la necesidad de adaptarse a la actividad que se propone, a sus propios desajustes por el movimiento y a los cambios internos. Todo en un entorno determinado y para que ocurra, el cuerpo debe estar preparado para anticiparse, mantenerse y reaccionar ante estas situaciones.
Las personas con secuelas neurológicas tienen dificultades para mantenerse en una posición estática y más aún en poder pasar de una postura a otra. No solamente tienen problemas para tomar objetos o levantarse de una silla; por ejemplo, sino que presentan serios inconvenientes para mantener el equilibrio y controlar la postura para poder alcanzar cualquiera de las maniobras referidas anteriormente; de lo que se desprende, que el desarrollo de un buen control postural es requisito indispensable para cualquier manejo de las actividades de la vida diaria (A.V.D.). Y la atención, entendida como uno de los procesos cognitivos que hay que activar para que todo esto suceda, juega un papel importante en éste reaprendizaje motriz.
Todas estas habilidades motoras necesitan aprenderse y luego llevarlas al plano de la automatización con un mínimo de dirección consciente. La corteza cerebral necesita relajarse y ocuparse de las estrategias y no tanto ya de la postural, al menos que se requiera una corrección.
En este trabajo se pretende explicar que es necesario, activar ciertos mecanismos posturales para mejorar las A.V.D. en estas personas, pero además comprender que hay vías aferentes y eferentes que son las que llevan la información necesaria a sitios determinado para que esto suceda.