El desarrollo tecnológico de los últimos años en el área de las comunicaciones ha incrementado el uso de ondas de radio de altas frecuencias en servicio que emplean WiFi o Bluetooth, teléfonos inalámbricos y celulares, por sólo citar algunas de las posibles fuentes.
En consecuencia, vivimos inmersos en un nuevo tipo de polución intangible e inmaterial, denominada “contaminación electromagnética”. Esto ha producido una creciente preocupación en la población, en los ámbitos académicos y los gobiernos acerca de la inocuidad o no de estas radiaciones.
Por otra parte el fenómeno de crecimiento de estas tecnologías, lejos de estar estancado, se extiende día a día modificando permanentemente las condiciones de exposición de los seres humanos.
Ante esta situación, la respuesta científica es seguir investigando, efectuar mediciones caracterizando las nuevas tecnologías de emisión y evaluando el nivel de campo electromagnético con nuevos métodos que se adapten a la actualidad. Es por ello que consideramos que una caracterización del perfil electromagnético del ambiente al que estamos sometidos resultará un significativo aporte.
Acorde a la normativa vigente, Resolución 3690/2004 de la Comisión Nacional de Comunicaciones, consideramos de interés incluir como puntos adicionales de medición ambiental, aquellos correspondientes a viviendas en altura en razón de que muchos edificios alcanzan e inclusive superan las alturas de las torres donde se encuentran instaladas las antenas. Es por ello que este trabajo presenta un estudio del nivel de radiaciones no ionizantes considerando como parámetro de importancia la altura a la cual se efectúa la medición.
Estas primeras mediciones de radiaciones no ionizantes (RNI) efectuadas en altura, arrojan registros que revelan un aumento de los niveles de radiación con la altura, acusando un máximo alrededor de los 30 metros, en la zona de edificación céntrica.