La cuenca del río Salado de Buenos Aires presenta un régimen de caudales caracterizado por recurrentes situaciones de inundaciones y sequías resultantes de la significativa variabilidad de las precipitaciones. Esta cuestión ha sido el centro de atención desde los tiempos de Florentino Ameghino (Ref.1), antropólogo y paleontólogo que hizo el primer aporte al entendimiento de la problemática del área. En la actualidad, las nuevas obras en el río Salado (Ref.2) constituyen un avance en la búsqueda de soluciones para garantizar el desarrollo económico de esta importante región agropecuaria, históricamente condicionada por múltiples y concurrentes factores hidrometeorológicos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)