Se estimó que en los próximos años habrá más de 1.000 millones de vehículos en el mundo. Si todos estos vehículos fuesen equipados con motores de combustión interna convencionales, los niveles de contaminación, en las condiciones actuales, serán inaceptables para el planeta.
Basado en esto, han surgido en todo el mundo legislaciones que promueven, hasta exigen, el uso de “vehículos de emisión cero” (VECs) o no contaminantes. La única tecnología disponible, probada, para producir VECs es la de vehículos eléctricos (VEs). Debido a esto se estimó que en los próximos años habría en el mercado mundial millones de VEs. Actualmente, los vehículos eléctricos puros (VEPs) (los que no poseen generador a bordo) tienen grandes limitaciones: la baja densidad de energía de las baterías, alto costo y la imposibilidad de recarga rápida de las mismas, lo que limita la autonomía de los VEPs. Este problema ha dado lugar a varias alternativas de Vehículos Eléctricos (VEs). El objetivo de nuestra propuesta fue desarrollar la tecnología y las partes necesarias para, integrar un prototipo experimental de VE para transporte urbano de pasajeros.