Habiendo transitado la carrera de bellas artes como alumno y situado hoy en el lugar del docente, nunca he dejado de preguntarme las cuestiones relacionadas entre la producción y la recepción artística. Seguramente ha influido mi tránsito por la carrera de economía donde estudiábamos la sociedad económica desde los polos de la producción y el consumo material enlazados a través de la circulación de los bienes donde el productor realiza también el papel de consumidor. En la sociedad del arte también encontramos un circuito similar, pero de bienes simbólicos, aquí el productor es visual, un futuro profesor de arte o artista que nos proveerá de los símbolos que desearemos o no consumir. Este modelo comunicacional, para que alcance su propósito, debe poder realizar eficazmente no solo la decodificación del contenido del mensaje sino también de la expectación y fruición en su dimensión poética.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)