Johann Gutenberg, natural de Maguncia (Alemania), está considerado tradicionalmente como el inventor de la imprenta en Occidente. La fecha de dicho invento es el año 1450. El verdadero mérito de Gutenberg fue el perfeccionar las distintas técnicas hasta conseguir un procedimiento tipográfico que ha permanecido prácticamente inalterable hasta los primeros años del siglo XX. Para ello procedió a sustituir la madera por el metal, fabricando moldes de fundición capaces de reproducir tipos metálicos suficientemente regulares como para permitir la composición de textos. Fue esta invención, la impresión tipográfica con tipos móviles metálicos y reutilizables, que imitaban la caligrafía gótica de la época, la que dio origen al libro moderno.