En la iglesia de Santa Cruz de Juli, al igual que en el resto de las iglesias de la ribera occidental del lago Titicaca, la iconografía de la decoración arquitectónica destaca especialmente por la densa presencia del aporte autóctono que se manifiesta a través de la flora y la fauna, evidenciando la sacralización del medio natural. Como hemos dado cuenta en un proyecto más amplio en el que se inscribe este estudio, es necesario considerar la valoración del papel del mundo natural para el hombre andino prehispánico y su relación con las prácticas sociales y simbólicas a través de los diferentes usos cotidianos, donde la naturaleza se presenta como un elemento esencial de la subsistencia (Maranguello, 2010).
Se trata de entender las formas artísticas como parte de las tramas semánticas tejidas por los hombres, considerando “que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser (…) una ciencia interpretativa en busca de significaciones” (Geertz, 1973 (1990): 20). Nuestro objetivo es examinar la decoración artística del bautisterio de Santa Cruz de Juli en el terreno más amplio de la significación cultural, pensando la relación dialéctica entre el contexto, provisto siempre de significados sociales y culturales, y las mismas acciones que configuran dichas relaciones.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)