Por medio de presente artículo nos planteamos inquirir las posibilidades de integración en América latina para la Educación Superior y Universitaria (ESU). Repasamos las dimensiones que a nuestro entender “asemejan” a una región caracterizada por la heterogeneidad y la fragmentación. Luego consideramos las variables que actúan como limitantes a la consolidación de un espacio de educación integrado. El “modelo” de los sistemas nacionales de la ESU dista de ser único, predominante u homogéneo. Finalmente consideramos lo que representa la “experiencia europea” en el presente debate. Europa vista como marco comparativo, como proceso a comprender; y Europa, considerada como un actor internacional con el cual se podrá (o no) cooperar.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)