Los modos de producción y circulación de la práctica escénica manifiestan las diferentes formas en que se constituyen las prácticas sociales institucionalizadas dentro del grupo social. Las formas discursivas por las que se manifiestan dichos sujetos establecen estructuras que ponen en funcionamiento los diversos imaginarios sociales que circulan en el interior de la sociedad. Si bien las distintas instituciones legitiman dichas prácticas sociales, es por debajo del entramado cultural donde se manifiestan las formas en que los grupos aceptan o rechazan dichos paradigmas sociales. Es así que los discursos sociales, ya institucionalizados y legitimados por las diferentes instituciones, operativizan las formas en que los grupos se articulan en los diferentes espacios culturales.