En el Museo de la iglesia de San Francisco, en Buenos Aires, se puede ver un grupo de tres esculturas de bulto redondo talladas en madera y policromadas que representan a Santa Isabel, a San Zacarías y a su retoño tardío, San Juan el Bautista.
Las tallas, atribuidas por Rivera y Schenone a un imaginero portugués de nombre Manuel Días, exhiben una combinación de características convencionales y personales que nos incitan a ensayar una digresión sobre el significado del estilo en el arte. Sobre todo a los fines de interpretar el contraste ostensible que se puede observar entre la realización de los personajes mayores y el Bautista; un contraste que los autores mencionados atribuyen a una deficiencia técnica (“la tosquedad del tallado”…”el modelado indeciso de las carnes”…”la falta de conocimiento de la musculatura”…) pero que yo creo que se puede atribuir a una deficiencia en el estilo de Días. Con éste propósito me dispongo a ensayar una lectura de las obras que inusual pero que puede arrojar, creo, algún resultado significativo.