Investigar las prácticas de modificación corporal de los y las jóvenes es adentrarse en un mundo lleno de imágenes extrañas o transgresoras para el mundo adulto, o sea en toda una gama de expresiones carnavalescas en las que hoy el cuerpo se recrea. Prácticas culturales en donde se vivencia la libertad, así sea transitoria, y en escenarios desde donde las y los jóvenes reclaman la propiedad de su cuerpo como diciendo: este cuerpo y esta vida es mía y en tanto mía la reclamo como mi territorio. En estas prácticas e imágenes del cuerpo se pone además en evidencia la metamorfosis que han sufrido los imaginarios que hemos construido en relación a él, pero también frente a los usos instituidos del cuerpo que la sociedad del trabajo privilegia y que se recrean en la escuela a través de múltiples dispositivos.