En las escuelas se enseña, hay quienes van a aprender y quienes van a enseñar. Esto es inamovible, los que enseñan saben, los que aprenden no…los que saben enseñan a los que no, para que los que no saben… aprendan,…sepan… La enseñanza, tiene muchos huecos, y este no es un intento de taparlos, en todo caso es un intento de violentar, de sacudir, de escarbar…un intento de construir desde otro lugar, más cercano a la creación, renunciando a priori a los dictámenes de la razón, buscando, rastreando la estelas volátiles y las huellas en el río de lo que llamamos diseñar. Hay en esto mucho de viaje, de experimento, hay más de incertidumbre que de certeza, se parece a un paso dado en la oscuridad en un lugar que no conocemos, es el paso vacilante de aquél que solo encuentra seguridad en la necesidad de moverse…y en nada más. Podrá llamarse colectiva si es que otros dan ese mismo paso, no necesariamente en el mismo momento ni hacia la misma dirección, bastará con que en algo se toquen los rumbos, será más que suficiente, pues no hemos de querer atarnos a la permanencia, sabremos que tal estado es la persecución inútil de los que no entienden el cambio que nos hace y nos deshace constantemente, seremos efímeros y presentes, y si nos ponemos en juego lo suficiente, seremos transformados.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)