El español Eduardo Mendicutti nos presenta una idea en la que la diversidad sexual y humana está presente más allá de las marcas genéricas y las presiones sociales y editoriales.
La diversidad se convierte en lo hegemónico y sobre ella se construye el universo ficcional del autor. Mendicutti no realiza la crónica marginal de un mundo oscuro como se ha dicho en muchas críticas a sus novelas, sino que este autor nos presenta a la comunidad gay en todo su esplendor, con sus puntos oscuros y luminosos, con su heterogeneidad más enriquecedora, en definitiva, con su diversidad. ¿Qué está haciendo Eduardo Mendicutti en su obra narrativa? Es simple. Está creando un continuo de obras literarias, periodísticas, testimoniales, en las que su posición respecto a la sexualidad humana se condensa en una defensa de la heterogeneidad del mundo gay, es decir, en una defensa, pocas veces vista en la literatura, de la diversidad sexual humana en su sentido más amplio y plural.