Cuando incursionamos en el campo de la producción de discursos artísticos, arrojamos luz sobre el contexto histórico que condiciona su puesta en obra. Me refiero a la naturaleza de los manifiestos del arte, los que en su carácter de textos críticos vienen a posibilitar lecturas múltiples. Su producción, recepción y sentido, se ofrecen entonces para la interpretación. Sentidos, claro está, que deben ser apelados puesto que no pueden ser convocados sentidos ya existentes.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)