Las prácticas corporales, van haciendo cuerpos. Cuerpos que se mueven y en ese movimiento van construyéndose, configurándose, naciéndose, habitándose ¿Se hace el cuerpo de un físicoculturista? ¿Se hace un cuerpogimnasta? ¿Cómo se hace un cuerpo danzante? ¿Cómo se hace un cuerpo yóguico? El cuerpo, patrimonio de un sujeto que se mueve, está atravesado por la experiencia que lo puebla, por el lenguaje que lo nombra, por la cultura que lo define, por las decisiones tomadas, por sus usos y sus prácticas. Y su práctica corporal lo descubre y a la vez lo crea. No hay naturaleza posible que genere estos cuerpos, hechos de práctica; lo biológico-desnudo no basta: cada práctica, inventada socialmente, son su propio lenguaje, y definiciones, genera cuerpos. El Yoga, como práctica corporal, genera su tipo particular de cuerpo. Los practicantes, de yoga, se acercan a la disciplina buscando diversos resultados que van desde la unión del alma individual con Dios (para los que tienen una postura religiosa) hasta la búsqueda del bienestar físico y mental. En todos los casos, los practicantes, buscan “algo” más allá de este cuerpo entendido como organismo biológico ¿qué indicios hay del cuerpo en esta práctica? ¿qué huellas hay de esta práctica en sus cuerpos?