Las realidades urbanas son formuladas, a través de los medios artificiales viabilizados por las tecnologías digitales de la comunicación, la información y la modelización, como bases de datos espaciales multidimensionales integradas con información compleja y consistente. El avance de las tecnologías digitales ha proporcionado así, nuevos instrumentos que pueden asistir con la actividad genérica de análisis geográfico y de modelización tridimensional urbana. En particular en la toma de decisiones espaciales y de diseño, colaborando en las diferentes etapas de estos procesos, facilitadas por el almacenaje rápido y eficaz, la recuperación de la información, las formas de visualización para permitir la revisión y el análisis, junto a diferentes estrategias para comunicar la información (Montagu, 2003; Peng, 2003). Estos modelos virtuales tridimensionales de fragmentos urbanos, por un lado reproducen entornos interactivos de simulación, facilitan el análisis con realismo, e integran variables de diversa naturaleza, tanto física, social y económica junto a variables culturales e históricas. Por otro, se constituyen tanto en eficientes herramientas como en entornos versátiles, que tanto asisten como a la vez influyen en prácticas culturales de diseño y de planificación urbana, desde dimensiones morfológicas, estéticas, espaciales, funcionales y medioambientales (Maver et al, 2003; Shiode, 2001).
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)