El graffiti en la historia del hombre es muy amplia y conmensurable, porque desde que el hombre existe siempre realizó un garabato, un dibujo, una palabra o una idea como elemento abstracto de su pensamiento concreto, y siempre buscó un soporte como medio de expresión para comunicarse en situaciones informales con los demás. En la antigüedad los romanos eran graffiteros por excelencia y se encontraron incisiones en los monolitos egipcios en el año 1738; y también en las excavaciones del siglo XVIII, en el año 1748. Ambos acontecimientos utilizaron el muro como elemento expresivo y comunicacional para dejar testimonio de sus pasos. Sus temas eran poemas, citas o frases con tonos eróticos, políticos y sociales.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)