En 1958, desde su exilio mexicano, Max Aub dio a luz (a) Jusep Torres Campalans, obra que habría de otorgarle renombre fuera del mundo hispánico y le permitiría trascender el favoritismo con el que contaba entonces entre ciertas minorías eruditas europeas, gracias a las traducciones francesa e inglesa que se suceden en un pronto espacio de tiempo, provocando entonces la publicación de gran cantidad de artículos periodísticos en torno a ella. El libro se presentaba como la biografía de un pintor catalán, compañero de juventud de Pablo Picasso, que había compartido con él la vida parisina y la gestación del cubismo, para luego, desencantado por la práctica artística y la militancia política, marcharse a México –más precisamente a Chiapas– y pasar sus días entre los aborígenes en la selva lacandona. Tres son las citas que coloca Max Aub a modo de epígrafes en su biografía del pintor catalán y que han puesto a disposición del lector sendas claves de acceso al texto, en relación con algún aspecto en particular de la obra.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)