El presente trabajo es el resultado de las etapas correspondientes a la investigación que sobre el arte efímero comencé en los 90, donde contemplo e incluyo numerosos testimonios y documentos como entrevistas, catálogos de espectáculos y exposiciones, publicaciones en diarios y revistas sobre las experiencias intervencionistas, fotos y películas y bibliografía variada como marco de referencia. Sobre los años 50 una forma de arte directamente vivencial, surgida de la producción neodadaista y neorrealista, con características artísticas accionales, derivó con el nombre de happening. Su origen es la voluntad de captar, mediante la acción intervencionista, momentos de la vida cotidiana. Estas experiencias fueron denominadas de esa forma por Allan Kaprow en 1958, concepto que utiliza a partir de una representación en la galería Rubens en Nueva Cork en donde participan espectadores junto a los artistas utilizando su cuerpo y toda clase de objetos. Según Kaprov: “La frontera entre el happening y la vida cotidiana debe mantenerse fluida como indeterminada”; “(…) el happening no debe ensayarse (…) y debe ejercitarse una sola vez”.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)