En un sentido amplio, la entrevista puede ser definida como una conversación verbal –o forma de comunicación primaria– que es sostenida entre dos o más personas – entrevistador y entrevistado– para un propósito expreso: la obtención de información sobre un objetivo definido. No obstante, a diferencia de la conversación meramente banal, la entrevista se construye a partir del derecho a la pregunta lo que determina que las relaciones entre los interlocutores no resulten en ningún punto simétricas. Si bien el entrevistado se constituye en sujeto activo de la comunicación -al ser la fuente principal de información-, es el entrevistador el sujeto promotor que controla este proceso debido a que conoce los objetivos y fines que persigue con la entrevista.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)