Evaluar significa considerar el proceso de enseñanza aprendizaje, como un hecho integral, teniendo en cuenta todos los elementos que lo constituyen: institución, docentes, alumnos, programas, conocimiento, en su implementación didáctica, dentro de un marco socio-económico concreto. La educación es un acontecimiento cultural, cuando evaluamos lo hacemos sobre una situación real, donde cada individuo tiene una historia, un origen, una ubicación social y un ámbito académico, estos elementos se expresan en la manera en que el alumno participa de los aprendizajes. Cada disciplina tiene sus especificidades para evaluar. La didáctica que se implementa en el taller de DCV, y el proyecto de investigación, se orientan a sentar las bases para que el alumno desarrolle a lo largo de su carrera, un pensamiento y un saber dinámicos, con una capacidad autónoma, un criterio crítico y reflexivo. La experiencia en el aula desarrolla la destreza instrumental necesaria para insertarse en el espacio productivo con los cambios que la realidad va presentando. En el taller se articulan estos conocimientos para obtener un dominio conceptual e instrumental sobre el proceso de comunicación. La experiencia realizada abre caminos de reflexión didáctica, y permite ubicar al aprendizaje, la creatividad y la evaluación como temas didácticos sustantivos. Implementar una práctica desde una visión global de esta complejidad, implica crear una didáctica específica para hacer posible el hecho cognitivo. En este sentido abordamos el aspecto cognitivo, la creatividad y los problemas de evaluación como sustentos desde los cuales construir la propuesta didáctica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)