Las nuevas teorías cognitivas, que plantean una cognición firmemente anclada en la corporalidad del sujeto, sugieren también que el pensamiento está basado en imágenes más que en procesos semejantes a los cómputos algorítmicos de los ordenadores. Estas imágenes mentales por otra parte, no equivaldrían a una “pintura mental” del mundo, sino que consistirían en una simulación interna de los mismos procesos neurales que tienen lugar durante la experiencia real de interacción con el mundo. Vale decir que la naturaleza de estas imágenes mentales, es de carácter sensorio-motriz. Desde los trabajos clásicos de Merleau Ponty, varios filósofos de la ciencia se han ocupado de la relación entre el conocimiento y la fenomenología de la conciencia, sin embargo el paradigma fenomenológico quedó relegado durante cierto tiempo por el de la mente asimilada al módulo central de un ordenador. Sobre la base de investigaciones en diversos campos del conocimiento ─como la neuro-biología, la psicología del desarrollo, la lingüística, la robótica y la filosofía, durante las últimas décadas del siglo XX reaparece un enfoque de la mente1 , en el cual la fenomenología de la conciencia ya no es una mera ilusión de los sentidos sino parte de la verdadera naturaleza del ser en relación con el mundo.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)