Tengo la íntima convicción de que hace falta una reforma integral del sistema tributario nacional por uno más progresivo, que reduzca impuestos indirectos como el IVA, lo devuelva a las provincias, y optimice la recaudación de impuestos directos como ganancias y bienes personales.
Más allá de enfoques ideológicos prima facie antagónicos entre el neoliberalismo de la última década del siglo XX y principios del siglo XXI, y el neokeynesianismo, de los años 2002 a 2013, desde mi punto de vista el statu quo tributario sigue siendo similar: REGRESIVO.
Sin perjuicio de lo expresado supra, en el modesto trabajo que presento, propongo una reforma focalizada en el ámbito provincial a los artículos 43 a 46 del Código Rural, normado en el Decreto - Ley 10.081/83, Decreto Reglamentario 1573/83 (t.o leyes 10.462, 11.477, 12.063, 12.257 y 12.608), que permita flexibilizar para abajo, en la denominada zona núcleo el concepto ¨unidad económica¨ para agricultura, por uno más realista que permita, por un lado, que ARBA y los Municipios recauden más y mejor, y por el otro, ¨separar la paja del trigo¨, entre contribuyentes que quieren cumplir con sus obligaciones y tienen trabas operativas, y otros que no, por ser ciudadanos de naturaleza anómica, como bien los describe Carlos S. Nino, en su obra Un país al margen de la ley. Emecé. 1992.