Cuando, a principios de la década de 1880, el proyecto para la "Nueva Capital" de la Provincia de Buenos Aires se puso en marcha, la fotografía había alcanzado cierta madurez, tanto en el plano técnico como en el estético. Tras algo mas de medio siglo desde las primeras experiencias, este nuevo recurso transitaba diversas facetas -no siempre claramente delimitadas- entre la expresión artística y el documento histórico. Aún dando cuenta de la primera, a esta última categoría corresponde la obra de Thomas Bradley dedicada a registrar el proceso de edificación de la ciudad de La Plata, desde su fundación y durante los primeros meses de su existencia. La objetividad de las fotografías de Bradley de la ceremonia fundacional servirían de base a la primera idealización del acto con que la ciudad nacía. Dado que el mismo distó en mucho del brillo deseado por sus promotores, Rocha decidió encargar una litografía policroma que, ejecutada sobre la base de las tomas originales, presentara un marco mas adecuado a la falsa presencia del Presidente y de otras figuras destacadas. La actitud del Gobernador al fraguar lo que se presumía un documento histórico indica que, desde el origen de la ciudad, las imágenes de la realidad y lo imaginado fueron como caminos que se bifurcan. Este trabajo propone transitarlos.