La experiencia musical (audición, ejecución) suscita representaciones internas. Estas se originan a través de procesos cognitivos como percepción, atención, memoria, representación y simbolización, en el entramado de la mente, el cuerpo y el entorno. De acuerdo a las características del sujeto: edad, experiencias y conocimientos previos, la representación asume diferente modalidad y magnitud. Esta representación interna se exterioriza a través de diferentes desempeños, los que dan cuenta de distintos niveles de comprensión del hecho musical representado internamente. Este trabajo se propone indagar: la naturaleza de estas representaciones internas, el proceso que las genera, su relación con las diferentes modalidades de representación externa que la música adopte, (auditiva, visual, kinestésica) y la respuesta que el sujeto produzca a partir de la interacción de las modalidades representacionales.
Para ello se lleva a cabo un diseño experimental bajo el formato Pre-test, Post-test, para el cual se crea un test sobre el atributo “forma musical” y se implementa en una muestra de niños entre 10 y 11 años, sin formación musical sistematizada, comparando las respuestas de un grupo experimental que recibe un entrenamiento básico para traducir estímulos musicales (con posterioridad a la implementación del pre-test) y el grupo control sin tales experiencias. Los resultados obtenidos nos permiten avanzar en relación a la implicancia que tiene el nivel representacional del sujeto en la construcción del conocimiento, la incidencia de la naturaleza da la tarea en su resolución y la importancia de las habilidades cognitivas y sus componentes metacognitivos para la identificación y simbolización de la forma musical.