La crisis social y económica producida en Argentina hacia el final del 2001 trajo aparejada altos índices de pobreza y marginalidad. No obstante, en el marco de esas coordenadas se aunaron los esfuerzos en pos del sostenimiento colectivo de las empresas y la autogestión, lo que ulteriormente convalidó un nuevo modo de organización también efectivo para el quehacer artístico. Entre variantes como la “estética cartonera” o el “arte villero”, entre otras, la “Editorial cartonera” se ha establecido como un tipo paradigmático de las nuevas manifestaciones artísticas surgidas en el período inmediato a la crisis expuesta. Este fenómeno reviste especial importancia para el campo de nuestra investigación, ya que imbricado en los procesos de autogestión y cooperativismo, su nota más saliente ha sido el doble esfuerzo de poder sostener estos emprendimientos colectivos al tiempo de configurar una estética propiamente cartonera, local y representativa de una determinada coyuntura social. En el presente trabajo intentaremos exponer las implicancias estéticas y políticas que emanan directamente de los libros-objetos producidos por las editoriales cartoneras, al tiempo de establecer de qué modo quedan legitimadas las manifestaciones artísticas como acciones discursivas constructoras de ciudadanía en la esfera pública.