Si bien desde hace décadas los estudios históricos sobre la música han puesto el foco paulatinamente en un universo de manifestaciones, relaciones y actores que tradicionalmente no formaban parte de su objeto de estudio, los resultados de esta ampliación no han tenido un impacto concreto y consistente en los imaginarios sociales sobre la música, principalmente en los ámbitos de formación musical y los textos que los informan.
Ya se trate de nuevas disciplinas como la etnomusicología, de los enfoques derivados del postmodernismo integrantes de la “nueva musicología”, la “musicología radical” de índole más crítica o los menos abundantes estudios basados en el marxismo, son numerosos los trabajos, artículos y libros que construyen perspectivas historiográficas alternativas con el fin de abordar “otros” objetos de estudio que la tradición musicológica había solapado o segregado.
Sin embargo, el impacto de estas investigaciones generalmente se restringe a los círculos científicos en los que se origina, constituyéndose en un discurso de autoafirmación y validación académica que, lejos de plantear una discusión crítica en el propio terreno de la historia de la música, construye circuitos paralelos que no han representado la necesidad concreta de un cambio en el núcleo duro de un paradigma musicológico que es heredero de las concepciones estéticas, históricas y metodológicas del siglo XIX.
Esto se ha hecho evidente en la creación de subdisciplinas y en la necesidad de explicitar en los títulos de los trabajos la especificidad de lo estudiado, renunciando a considerar estos aportes como parte legítima de los estudios sobre la música, sin necesidad de mayores aclaraciones.
El presente artículo propone una revisión de los aportes que estas nuevas perspectivas han realizado sobre cuatro objetos de estudio históricamente marginados de la investigación musicológica: los instrumentistas y la interpretación musical; el rol de las mujeres en los desarrollos musicales; la música popular anterior al siglo XX; la producción musical de Latinoamérica y su impacto en el desarrollo de la música occidental. A su vez analizaremos el grado de presencia que estos temas obtienen en los libros de texto de mayor difusión y trazaremos hipótesis acerca de las transformaciones que la inclusión de estos objetos de estudio podría (o necesitaría) producir en el corpus estable de la historia de la música, tanto en términos de investigación académica como de formación superior.